Historia del país – Creación e historia
Con una larga y hermosa historia, Andorra es un país que despierta interés gracias a sus particularidades. Su historia está marcada e influida por factores externos que han contribuido a transformar este pequeño Estado europeo. La creación del principado se remonta a tiempos remotos, con diversos acontecimientos. Es uno de los países más antiguos del mundo. Tras una sucesión de luchas, el país se independizó, se organizó y se convirtió en lo que es hoy. ¿Quiere saber más sobre la historia de Andorra? Descubra aquí las etapas esenciales de su historia, desde su creación.
Andorra, uno de los países más antiguos del mundo: una mirada a sus orígenes
Los orígenes del actual Principado de Andorra se remontan a varios miles de años. Los primeros pobladores de este país se asentaron en tiempos prehistóricos, durante el Neolítico. Instalados en cuevas, estos habitantes primigenios dejaron huellas de su paso en varias regiones. Se ha constatado su presencia desde La Balma de La Margineda hasta El Antuix en Escaldes-Engordany y El Cedre en Santa Coloma.
Se han hallado diversos objetos, como sílex tallado y también pinturas rupestres. En el siglo I a.C., los habitantes de la actual Andorra se llamaban andosinos. De hecho, la primera mención a los andosinos la hace el griego Polibio al relatar la travesía de un río español. El año 839 trajo importantes cambios a Andorra con la creación de seis parroquias y marcó la salida definitiva de los árabes.
Poco antes, la salida, un poco anterior de los árabes había permitido reconstruir la catedral de la Seu d'Urgell. Cuando se inauguró, los habitantes decidieron confiar las seis parroquias a su obispo. Se desataron enfrentamientos entre la Iglesia y los condados vecinos por la soberanía de Andorra. Más tarde se llegó a un punto de entendimiento gracias a dos tratados firmados en 1278 y 1288.
En estos tratados, llamados Pareatges, encontramos las firmas del arzobispo de Urgell, Pere d'Urg y Roger Bernat III, conde de Foix. Los Pareatges simbolizan la soberanía de los dos dirigentes, pero también la creación del Principado de Andorra.
Sistema de gobierno en Andorra
El modo de gobierno de Andorra es bastante peculiar y hunde sus raíces en la historia del principado. En efecto, Andorra es uno de los pocos países que tienen dos jefes de Estado al mismo tiempo. Este estatuto fue adoptado con ocasión de la firma del tratado entre el arzobispo de Urgell y el conde de Foix. El presidente francés es el Príncipe francés y el Obispo de Urgell el Copríncipe episcopal. Desde entonces, se han observado algunos cambios, pero el principado sigue teniendo dos gobernantes.
Es lo que se conoce como modelo de diarquía unitaria constitucional y parlamentaria. Los dos Jefes de Estado se denominan "copríncipes" y cuentan con el apoyo de un Jefe de Gobierno y ministros. El Gobierno se encarga de gestionar la política nacional e internacional del Principado. También es responsable de la administración del Estado y de elaborar el presupuesto.
El Parlamento del Principado se denomina Consejo General y está compuesto por 28 miembros. Andorra está dividida en 7 parroquias que funcionan como municipios (Escaldes-Engordany se ha convertido en la 7ª parroquia). Cada 4 años se celebran elecciones nacionales.
Un principado neutral en los conflictos y sin ejército
Andorra tiene muchas particularidades en cuanto a organización política, pero también por sus decisiones. El Principado ha decidido no intervenir en los conflictos. Se mantiene neutral y no participa en crisis externas. Este país enclavado en los Pirineos es también uno de los pocos del mundo que carece de fuerzas armadas. Esto puede parecer sorprendente teniendo en cuenta la larga historia de conflictos del país.
No obstante, el Principado no está indefenso y puede protegerse en caso de necesidad. Francia y España se encargan de su defensa y sólo pueden intervenir en caso de que se viole su integridad territorial. Cabe señalar que Andorra también dispone de un cuerpo de policía que puede intervenir en caso de atentado terrorista o de toma de rehenes.
Reconocimiento de Andorra por parte de los demás países del continente europeo
En 1993, Andorra se convirtió en un Estado constitucional con una nueva Constitución. Gracias a este estatus recién adquirido el Principado obtuvo el reconocimiento internacional. Los países europeos han reconocido al pequeño país de los Pirineos y han propiciado la colaboración con él. Desde entonces, las instituciones europeas le han permitido beneficiarse de ciertas facilidades en el continente.
Desde 1990, Andorra ha firmado numerosos acuerdos con la Unión Europea. El objetivo principal es, simplemente, el de mantener unas relaciones beneficiosas con estos últimos. El Principado también ha puesto en marcha estrategias para facilitar el comercio con otros países europeos. Son sus principales socios económicos y se hacen muchos esfuerzos por mantener buenas relaciones.
Hacia un país que marque la pauta en cuanto a estabilidad política y económica
Si Andorra es tan admirada por los visitantes, no es por casualidad. El país seduce por su marco político estable, pero sobre todo por su economía especialmente dinámica, sin tensiones políticas susceptibles de representar un obstáculo para los inversores o cualquier persona que desee establecerse en el país. Con sus instituciones estatales independientes, tiene potencial para tranquilizar y atraer la inversión extranjera.
Es un Estado que ha sabido organizarse para su desarrollo y que es rentable. El turismo y el sector financiero son dos pilares muy importantes del sistema económico europeo. Es un Estado que ha sabido organizarse para su desarrollo y es rentable. El turismo y el sector económico son dos pilares muy importantes del sistema financiero. El turismo representa casi el 80% del PIB, con varios millones de visitantes al año. Andorra es uno de los países con mayor PIB per cápita. En términos de crecimiento económico, el Principado tiene mucho que ofrecer y con lo que satisfacer a todos.
Durante los últimos años, las autoridades han creado facilidades para abrir más su economía a los inversores. La implantación de un proyecto empresarial en el país es beneficiosa. El régimen fiscal también es muy favorable y hace del Principado un destino especialmente atractivo para la inversión privada.